La que no eligieron, eligió al correcto

Alenya nunca fue la que elegían, pero siempre fue la que amaban.
La psicóloga del grupo, la que escuchaba sin interrumpir, la que entendía sin preguntar.
Líder sin corona, fuerte por obligación y tierna a escondidas.
Soñaba con un amor diferente, aunque decía que no lo buscaba.
Vivía entre matemáticas, fútbol y canciones.

Mateo era todo lo contrario.
El popular, el "todas mías", el del ego grande y las jugadas perfectas.
Pero cuando la vio en esa competencia de colegios, algo cambió.
Solo la vio un día, solo cruzaron un par de miradas...
Pero desde entonces, ella le aparecía hasta en los goles que no celebraba.

Él consiguió su número a escondidas.
Ella no le devolvió el follow.
Pero cada historia de Instagram que ella subía, tenía su corazón.
Una semana después, cansado del silencio, Mateo escribió.
No fue amor a primera vista.
Fue algo más raro. Más bonito. Más real.

Una relación a distancia.
Un número 5 que antes no significaba nada.
Una niña del municipio y un chico de ciudad que nunca imaginaron lo que una sola tarde podía cambiar.