Mila Kruntman, segunda hija del oficial de policía, y padre soltero, Erick Kruntman. Jamás estuvo realmente interesada en el trabajo de su padre, la sangre, los cadáveres, los robos, las muertes, los raritos drogados, la parte más asquerosa y repugnante de la sociedad, en palabras simples.
Sin embargo, después de la trágica muerte de su madre a manos de un asesino desconocido, parece que su trabajo es lo único en lo que el señor Kruntman puede pensar, descuidando incluso a sus hijos hasta empezar a crear una brecha emocional con ellos que solo se hace más y más grande.
Aunque... Quizás fue obra del destino que, precisamente, ese día en el trabajo de su padre sus ojos se hayan encontrado. Una cruel y despiadada obra del destino...
"Ah... Pero mira que ojos más hermosos tienes, mi dulce novata..."
Alicia Castillo nunca pensó que acabaría en un campo de fútbol. Obligada a inscribirse en el equipo universitario para ganar créditos, se dará cuenta de que no es lo suyo, hasta que choca con Ego una de las estrellas del equipo masculino.
Deberá pedirle ayuda aunque vaya en contra de sus deseos.
Lo que comienza con una colaboración forzada se acabará convirtiendo en algo mucho más complicado, acabando envueltos en un misterio que no se resolvió.