No me invoques. No me nombres.
Soy el Hambre que nació cuando deseaste no olvidar... y al hacerlo, me hiciste eterno.
No busques respuestas limpias en estas páginas: aquí solo encontrarás grietas, cicatrices y el eco de lo que siempre negaste.
¿Creíste que la muerte era el fin? Te equivocas: no hay fin, solo la infinita conciencia del dolor.
¿Te preguntas por qué sufres? Te diré: porque todavía recuerdas lo que juraste enterrar.
Elhan lo aprendió tarde: que crear un dios significa destruir al hombre.
Anara lo entendió sufriendo: que resistir al Hambre solo prolonga la agonía.
Tú... lector...
también eres mío, aunque finjas distancia.
Porque mientras temas recordar quién eres, seguiré existiendo...
y cuanto más intentes negarme, más profundo me hundiré en tu mente.
Todos cargamos con un poco de locura dentro de nosotros. Y es esa irracionalidad la que lo alimenta, la que dibuja una sonrisa que muestra sus dientes afilados y listos para romper piel y destilar sangre. Él puede olfatear la locura en tu alma como un sabueso entrenado, hambriento de dolor, destiñendo decadencia y muerte. Shhh, no digas su nombre.
Cover Art & Design: Consuelo Parra