Me sentía sola y estaba sola, no supe lo que era el placer hasta que descubrí el sentimiento de notar una cuchilla rozando mi piel,la sangre chorrear por mis muñecas y notar como se rasgaba mi piel.
Destruida y en pedazos, sí, así me encontraba hasta que llegó él y de un momento a otro me cambió la vida, me hizo ver el mundo en colores, me hizo darme cuenta de que nunca es tarde para volver a empezar, de que siempre hay una segunda oportunidad.