𝐎𝐉𝐎𝐒 𝐃𝐄 𝐏ó𝐋𝐕𝐎𝐑𝐀 | Capitán Guerrero ᶜᵒᶰᵗʳᵃᵃᵗᵃᵠᵘᵉ

Algunos carecemos del don para dibujar, otros para cantar. Hay quienes nacen sin ritmo, sin voz o sin talento para las cosas que embellecen al mundo, y eso está bien. No todos están hechos para crear arte.

Coral Ferreira nació con un don distinto. Uno que no se enseña en escuelas ni se hereda con la sangre. Desde joven, supo que no había nada más natural para ella que apretar el gatillo. Algunos nacen para construir, ella nació para acabar con lo que destruye.

Valkyria, como aprendieron a llamarla, no mata por gusto ni por venganza. Mata porque alguien tiene que hacerlo. Porque en un país donde la maldad se cuela hasta por detrás, alguien tiene que salir a cazarla de frente.

Y ella no lo hacía sola. Tenía un equipo, soldados como ella, con cicatrices en el cuerpo y en la memoria. No compartían sangre, pero sí las noches sin dormir, las emboscadas fallidas, los silencios después del disparo. Se llamaban familia entre ellos, porque eso eran, hermanos de guerra, los únicos que sabían lo que era mirar al infierno sin cerrar los ojos.

Pero la guerra no respeta a nadie, ni siquiera a los que pelean limpio. En una misión mal planeada, mal informada, maldita desde el principio, los rodearon. Los sacaron uno por uno y los pusieron de rodillas. Los fusilaron ahí mismo, como perros, como si no hubieran dado la vida por su país. A ella no le dispararon. La dejaron viva por error, por burla, o simplemente porque no creyeron que una sola mujer pudiera hacer algo. Pero estaban equivocados.

Valkyria asesino a todos, uno por uno. Con el llanto en el rostro, el corazón desecho y el alma partida. Aun así, no la dejaron morir en paz.

Tres meses después, cuando las voces de sus compañeros todavía la despertaban por las noches, le llegó una nueva orden. Un nuevo equipo. No pidió explicaciones, porque sabía que no las darían. A soldados como ella no se les da descanso para afrontar a la muerte, solo a los enemigos.

Iniciada: 16 de julio del 2025
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