Desde niños, ella fue su todo.
Su risa, su calma, su impulso, su refugio.
Se enamoraron cuando aún no entendían lo que era el amor, jugando entre jardines y promesas inocentes.
Un amor que fue creciendo junto a ellos, silencioso y poderoso, tan evidente que hasta los reyes, Simón y Marianella -padres de Lizzy- y sus padrinos, Aurora y Luca -padres de Massimo-, lo notaron con ternura y alegría.
Desde entonces, su relación fue bendecida y respetada por todos.
Porque Lizzy no es solo una princesa hermosa, es una mujer amable, dulce, empática e inteligente.
Ocurrente, auténtica, especial y única.
Está hecha de amor y lo entrega en cada gesto, palabra y acción.
No conoce el odio, ni la mentira, ni la venganza ni la maldad.
Por eso, todos la quieren.
Los ancianos sienten ternura al verla.
Los niños se iluminan con su sonrisa.
Y cuando está junto a Massimo, ese amor que nació en la infancia se convierte en un ejemplo para toda Italia.
Muchas chicas anhelan ser amadas como ella lo es por él.
Muchos chicos envidian a Massimo porque tiene a la novia perfecta: no solo por su belleza, sino por la pureza de su alma y la fuerza de su personalidad.
Porque Massimo no la ama por lo que es, sino por lo que ella le enseña cada día que significa amar.
La ama sin interés, sin condiciones.
La amaría incluso si no fuera nadie ni tuviera nada.
Y Lizzy lo ama a él con esa misma intensidad y sinceridad.
Ahora, ellos son novios.
Unidos por un lazo indestructible, un amor que desafía el tiempo, las expectativas y el destino.
Y Massimo sabe que, por ella, haría todo.
Cruzaría océanos, desafiaría reinos, rompería el mundo si fuera necesario.
Porque si algo se interpone entre ellos,
Massimo dejaría que el mundo arda.
Por Lizzy.
Por su amor.
Por esa conexión eterna que ni el tiempo ni la distancia ni el miedo podrán romper jamás.
Porque Lizzy no es solo la princesa del pueblo.
Es la reina de su corazón.
Y Massimo ya no puede -ni quiere- vivir sin ella.
[ EM ANDAMENTO!]
Jennie sempre acreditou que a medicina era sua forma de salvar vidas, os plantões intermináveis como residente sênior a deixavam exausta e sem espaço para si mesma, mas nunca imaginou que o maior desafio de sua carreira seria o o seu próprio coração. Foi em uma dessas noites, no pronto-socorro que ela conhece uma mulher misteriosa, marcada por cicatrizes e segredos que ninguém ousava questionar.
O que começa como um encontro casual se transforma em uma conexão intensa, quase proibida, onde amor e perigo caminham lado a lado. Entre olhares roubados e verdades não ditas, Jennie se vê dividida entre a ética da profissão e a chama incontrolável que essa relação desperta nela.
"Será que é esse o preço do amor ?"