🄵🅄🅃🄾🄽 🄹🄰🄿🄾🄽🄴🅂
Daichi Nerusawa es un hombre ordenado, metódico y reservado que trabaja reponiendo cajas en un almacén. Su vida gira en torno a la rutina: levantarse temprano, preparar comidas saludables, cuidar su espacio y jugar al Mahjong en soledad. Aunque lucha constantemente por mejorar su salud y condición física, sus esfuerzos rara vez dan frutos, y su inseguridad social solo agrava la sensación de estar estancado.
Por circunstancias económicas, Daichi se ve obligado a mudarse a un pequeño apartamento compartido con "Vince" Jagahara, un joven ruidoso, metalero y fiestero que representa todo lo que Daichi detesta: desorden, impulsividad, sarcasmo y caos. Vince adora provocar a su compañero, burlarse de su estilo de vida tranquilo y sabotear sus intentos por llevar una vida disciplinada. Para él, la convivencia es un juego, y fastidiar a Daichi es parte de su rutina diaria.
Pero a medida que la tensión aumenta, la convivencia forzada entre estos dos opuestos comienza a desenterrar heridas, frustraciones y, quizás, una comprensión más profunda de lo que realmente significa "hogar". Entre futones compartidos, discusiones frente al kotatsu, ramen de madrugada y silencios incómodos, Daichi y Vince descubrirán que incluso las personas más incompatibles pueden tener más en común de lo que creen.
"tengo memorias, vestigios de las tierras ruinosas, fragmentos de aquellos heridos por la luz. recuerdo haber recorrido mucho, conocido a varios, matado a varios. cuando llegue a la puerta y la cruce, los ojos de lo que fue y se habría llamado mi hermano estaban allí, naranjas y horribles mirándome, luchamos, yo luche contra el, el lucho contra mi y si mismo, ella me ayudó contra el. Mis últimas memorias son de lanzarla lejos del templo, y cumplir mi misión, ese brillo entro en mi, y todos vivieron felices por siempre, creo"