Paola pensaba que lo tenía todo bajo control. Una carrera en ascenso en una gran agencia de publicidad, una ciudad que la desafiaba cada día, y una rutina que, aunque exigente, le daba sentido. Pero cuando la multinacional en la que trabajaba la deja en la estacada sin explicaciones, todo se desmorona. Sin trabajo, sin planes y con la autoestima en ruinas, Paola se encuentra por primera vez sola frente a su propia vida.
En medio del paréntesis emocional y profesional, una casualidad la lleva a una pequeña agencia independiente que representa talentos. Allí conoce a Anna, quien le propone trabajar en la estrategia digital de un joven chef brillante y... hermético. Diego de Tomelloso está decidido a conquistar una Estrella Michelin, pero detesta las redes sociales, el marketing y todo lo que huela a exposición. Aun así, sabe que necesita abrir una rendija -siempre y cuando la persona al otro lado sepa mirar de verdad.
Entre platos que queman, miradas que rozan y silencios que lo dicen todo, Paola se adentra en un juego que no había planeado. Uno donde el deseo y la ambición se mezclan con su necesidad de redención. Porque este proyecto no es como los demás. Y ella, ya no es la de antes.
Una historia donde el amor, la pasión y el dolor se cocinan al ritmo exacto del deseo.
Kara y su madre solo se tienen la una a la otra. Crecieron en la mansión Stone, no como parte de la familia, sino sirviendo en ella. Kara sueña con un futuro mejor, pero vivir tan cerca de los lujos ajenos y tan lejos de pertenecer a ellos tiene un precio.
Desde niña, guarda en silencio un amor imposible por Mark, el primogénito de la casa. Entre humillaciones, secretos y pérdidas, su vida se divide en tres etapas: la adolescencia que la marca, la adultez que la quiebra y la madurez como madre soltera que la pone a prueba una vez más.
Tres épocas, un solo corazón... y una historia que demuestra que, a veces, amar también duele.