Una historia escrita en la piel, un amor que no se olvida.
Hay amores que llegan para quedarse, aunque no permanezcan. Historias que comienzan con la promesa de eternidad, pero terminan dejando cicatrices que nunca desaparecen del todo.
Hanna y Lucas fueron eso: dos cuerpos que se encontraron en el momento justo, dos almas que se reconocieron entre el caos y se amaron con una intensidad que dolía. Rieron, soñaron, se abrazaron como si el mundo fuera a acabarse al día siguiente. Pero el tiempo, la vida, o quizá ellos mismos, les jugaron en contra.
Y cuando el amor empezó a romperse, no hizo ruido. Solo dejó silencio... y poesía.
Crónicas de una cicatriz es un poemario íntimo y profundo que recorre todas las etapas de un amor marcado por la belleza de lo vivido y el dolor de lo perdido. Cada poema es una huella, un susurro del pasado, una confesión que Hanna o Lucas no se atrevieron a decirse en voz alta. Es una historia fragmentada que el lector reconstruye con cada verso: el inicio luminoso, la tormenta, la caída, el duelo, la culpa... y, al final, la luz.
Este libro no solo habla del amor entre dos personas, sino del amor propio que nace cuando aprendemos a sanar. De la valentía de recordar, de escribir aunque duela, de decir adiós aunque una parte de ti no quiera soltar.
Porque las cicatrices no son el final.
Son prueba de que seguimos aquí.
Que sobrevivimos.
Y que aún tenemos algo que contar.
Micro poemas y frases
de diversos temas,
cada parte es como
una galletita para disfrutar,
o tal vez no porque
están hechas de fango.
Un poemario muy humano
y crudo como la carne misma.
Brown poetry.