El cielo de Seúl amaneció despejado. Era uno de esos días donde todo parecía normal.
Para Taehyung y Yoongi, la rutina universitaria no tenía nada de emocionante: clases, café, tareas, el mismo grupo de amigos, y las eternas charlas sobre música, arte o lo insoportable que era el profesor de literatura contemporanea.
Taehyung, siempre carismático, se quejaba de haber olvidado sus audífonos otra vez. Yoongi, algo más callado, solo asentía mientras revisaba la lista de canciones que estaba editando en su laptop. Caminaban por el campus como siempre, sin saber que ese día no sería como los demás.
Mientras tanto, en otro punto de la ciudad, un avión aterrizaba en el aeropuerto de Incheon.
Ahí estaba TN, una joven mexicana, bajando del avión con una mezcla de emoción y nerviosismo. Su llegada a Corea del Sur no era por turismo ni por simple deseo de estudiar en el extranjero. Su padre, un empresario influyente en México, había sido invitado para cerrar una expansión estratégica con una poderosa corporación coreana. Era una oportunidad histórica que podría cambiar el rumbo de su empresa.
Pero lo que TN no sabía era que, en medio de ese juego empresarial, había algo más en juego: una alianza matrimonial. Su padre, tradicional y calculador, creía en las uniones estratégicas, y había estado en conversaciones con una familia coreana influyente que veía el matrimonio como una extensión de los negocios.
TN había sido inscrita en una de las universidades más prestigiosas de Seúl como parte del acuerdo diplomático y empresarial. Oficialmente, era una estudiante de intercambio. En realidad, estaba siendo colocada dentro de un entorno cuidadosamente calculado por su padre.
A partir de ese momento, todo empezó a girar. Lo que parecía un semestre cualquiera, se convertiría en una historia marcada por secretos familiares, tensiones culturales, alianzas empresariales... y sentimientos inesperados