Y entonces me desperté probando la sangre de mis labios rotos por tu recuerdo. Anhelo que seas tu el que me toque. Anhelo que seas tu el que me bese. Te extraño, de una forma increíblemente enferma, suplicándole a tu recuerdo que no me abandone. Estoy atrapada en mi pesadilla pero es lo más dulce que tengo. Soy una puta enferma, pero te amo.