En un mundo dividido por antiguos pactos , la línea entre la luz y la oscuridad se ha vuelto borrosa. Cuando los portales que separaban los reinos colapsan, una nueva amenaza surge desde el corazón del vacío: entidades que no destruyen, sino que deshacen todo lo que existe.
Kael, el Lumen, fue creado como un faro de esperanza. Pero incluso él es incapaz de detener la expansión del olvido solo. Junto a Lira, una sanadora con un pasado sellado en sombras, y un grupo de seres fantásticos -dríades, híbridos de luz, herederos de sangre antigua- deberá enfrentarse a fuerzas que desafían las reglas de la existencia misma.
Un par de generaciones después
En un mundo dividido por la luz y la sombra, donde los ecos del pasado aún susurran en las raíces del tiempo, un niño sin historia, un guerrero marcado por la culpa y una mujer dispuesta a desafiar al destino emprenden un viaje que reescribirá el tejido mismo de la realidad.
Y siglos después Lentho, un joven forjado en la guerra, huye de su propia oscuridad hasta que conoce a Aelir, el hijo del eco, un ser nacido no de sangre, sino del amor que nunca se atrevió a ser. Junto a Liala, cruzan tierras olvidadas, enfrentan criaturas imposibles y desentrañan los secretos del Testimonio, del Lord Oscuro... y del Velo, la frontera entre la memoria y el olvido.
Pero el enemigo más temible no siempre es el que empuña una espada, sino el que habita dentro: el miedo a recordar, el dolor de amar, la carga de elegir entre el deber y el corazón.
El Elegido de la Oscuridad es una historia de fantasía épica que combina acción, romance y reflexión profunda sobre el poder del recuerdo, el sacrificio y la redención.
Joe Jonas evitaba las relaciones sentimentales desde el día en que dejó de creer en el amor. Pero tropezó con un pequeño Cupido en pañales... Y cayó a los pies de su preciosa mamá. Ahora, Joe tenía una pierna rota, y su corazón estaba en peligro.
Todo lo que tenía que hacer era rechazar la ayuda de Demi. Tenía que evitar caer en la tentación que llamaba a su puerta, y no dejarse acariciar la frente que le ardía de fiebre. Demi sabía cómo aplacar a aquella fiera salvaje. Si no tuviera tantas ganas de encontrar un padre para su hijo... ¡Y al marido ideal!