"No esperaba que él apareciera en mi puerta esa noche. Jongseob Kim. Alto, misterioso y con una mirada que derretía el hielo con solo posarse en mí. Lo que comenzó como una cena familiar aburrida se convirtió en un juego de miradas furtivas, toques prohibidos bajo la mesa y secretos susurrados bajo la luz de las velas. Porque cuando nuestros padres nos dejaron solos en el balcón, él me hizo una pregunta que cambió todo: '¿Cuánto tiempo más vas a fingir que no sientes esto?'"