Bajo El Poder De La Oscuridad

Nunca creí en el amor.
Para mí, era una pérdida de tiempo.
Un juego estúpido para quienes no conocen la realidad.
Yo nací para mandar, para controlar... no para sentir.

Mi vida ha sido números, órdenes y silencio.
Nada me tocaba. Nada me importaba.
Hasta que ella llegó.

No pidió entrar en mi mundo, pero lo hizo.
Con su voz temblorosa, su forma de mirar como si no tuviera miedo de mí.
Y por primera vez, algo dentro de mí se rompió.

Ahora todo lo que conocía ya no tiene sentido.
Porque por más que lo niegue... ella me hizo sentir.
Y eso, en mi mundo, es lo más peligroso que existe.