Bajo Juramento de Fuego

Ella fue una niña rota. Ahora es una promesa en carne viva.

Afrodelle Saturn tenía seis años cuando su inocencia le fue arrancada por las manos de su tío paterno.
Gritó. Suplicó. Se quebró.
Pero su padre la llamó mentirosa.
Y su madre, aunque le creyó, eligió el silencio.
Desde entonces, Afrodelle aprendió a sobrevivir con el alma rota, maquillando las grietas con sonrisas que nunca le pertenecieron.
Hasta que un día, huyó.
No solo del infierno...
Sino del vacío.

Y ahí lo conoció a él.

Lucio Apostolou no cree en el amor.
No porque no lo haya sentido... sino porque aprendió que amar es exponerse a perder.
Mafioso griego de sangre fría, con manos manchadas y corazón sellado, gobierna su mundo con autoridad implacable y una calma que asusta.
Frío. Obsesivo. Protector hasta lo enfermizo.
Tóxico, sí... pero del tipo que nunca te grita ni te obliga, sino que te protege incluso de ti misma.
Y cuando la vio a ella, supo que su vida ya no le pertenecía.

Afrodelle no pidió protección.
Pero Lucio se la prometió igual:
"Cada año, el mismo día en que te rompieron, te recordaré que esta vez... alguien sí te creyó. Y no pienso fallarte."

Y él lo cumple.
Cada maldito año.
Porque hay juramentos que no se dicen en voz alta, se escriben con acciones.
Y el suyo... arde.

Pero el pasado no se queda atrás.
Su tío regresó.
Su padre también.
Y esta vez, vienen por su alma.

Habrá enemigos disfrazados de aliados.
Mafias que no buscan guerra, sino formar un escudo a su alrededor.
Una traición que lo cambiará todo.
Una promesa que se romperá.
Un juramento que se mantendrá, aunque cueste sangre.
Y entre el dolor, el deseo y las cenizas...
nacerán hijos. Muchos.
Porque a veces, la venganza más dulce es crear vida donde quisieron dejar muerte.

Esta es una historia de amor.
De justicia.
De heridas que florecen.
Y de un final feliz que no pedirá disculpas por ser perfecto.