✪ 𝗘𝗻𝗲𝗺𝗶𝗴𝗮𝘀 𝗮 𝗺𝗲𝗱𝗶𝗼 𝘁𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼 ✪ Gl

No era amor lo que las unió al principio. Fue rabia, fue orgullo, fue la certeza de que ninguna iba a dejarse vencer por la otra. Cada encuentro era una batalla, cada palabra una herida que ardía mucho después de ser dicha. Pero detrás de esa furia había algo más: una atracción brutal, casi enfermiza, que ninguna quiso admitir. Se juraban odio y terminaban buscándose en silencio, como si el vacío de no tener a la otra cerca fuera peor que cualquier pelea. El deseo creció entre golpes de ego y noches en vela, entre discusiones que terminaban demasiado cerca, con la respiración entrecortada y las manos temblando por lo que no se atrevían a confesar.

Lo que nació de esa rivalidad no fue tierno ni fácil. Fue fuego, fue sangre, fue drama. Fue la clase de unión que consume, que rompe y reconstruye, que duele tanto como embriaga. Una historia que no busca ser perfecta, porque lo único verdadero en ellas siempre fue la intensidad.