
Hay historias que no necesitan testigos. La de Elena y Marcos se vive entre bastidores, entre hilos, luces apagadas y silencios compartidos. No hay promesas, ni declaraciones grandiosas... Solo miradas que se detienen un segundo más, palabras que suenan distintas cuando nadie escucha. Porque lo suyo no ocurre frente a las cámaras. Lo suyo pasa cuando nadie ve.All Rights Reserved