Soy Anabella Zurd, vivo en Londres, Inglaterra con mis padres y mis dos hermanos gemelos, John y Ronny. Tengo 15 años y voy a la escuela Rowlands, no muy lejos de donde vivo. Soy una chica normal, estudio y me gusta divertirme con mis amigas Sara y Sami. Soy alta, morena, y tengo una larga cabellera de color negro hasta la cintura y ojos verdes. Cuando termine el secundario me gustaría mudarme a Estados Unidos y estudiar Abogacía. Mi padre es abogado también, y me gustaría seguir sus pasos, y mi madre es cirujana. Mis dos hermanos todavía van a la escuela ya que solo tiene 13 años cada uno.
Nunca me he enamorado, todavía no he tenido mi primer cosquilleo en la panza, ni mi primer beso y obviamente ni siquiera mi primera vez. Segun mis amigas, las cuales ya experimentaron todo eso, no me entienden, siendo una chica tan linda y con un lindo cuerpo podria tener muchos chicos en la puerta de mi casa, pero no los quiero. Quiero estar con alguien que sienta las mismas cosas que yo, que no le importe el fisico, que se guie por lo que lleva adentro, no por su exterior. Quizas algun dia llegue esa persona que me haga ver las estrellas.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.