Atelofobia

Jules Harrington y Max Mayfield siempre compartieron una conexión especial, aunque ninguna de las dos se atrevía a decirlo en voz alta. Jules pensaba que Max aún no había superado su dolor, que su corazón seguía cerrado tras todo lo que vivió. Max, por su parte, creía que Jules solo la veía como una amiga, una aliada más en las batallas contra los horrores de Hawkins.

Sin embargo, mientras el caos regresaba a Hawkins -con nuevas grietas abriéndose, visiones inquietantes y el miedo volviendo a colarse por las calles-, algo comenzó a cambiar. Entre miradas furtivas, preocupaciones silenciosas y gestos que hablaban más que las palabras, ambas empezaron a notar que el lazo entre ellas iba más allá de la amistad.

En cada momento de peligro, sus pensamientos se dirigían la una a la otra. En cada victoria, buscaban los ojos de la otra antes que celebrar. Lo que creían no correspondido empezó a revelarse como un sentimiento mutuo, profundo y real.

Entre la oscuridad y el peligro, Jules y Max descubrieron que lo que más temían no era el final del mundo... sino perderse la una a la otra sin haber dicho lo que de verdad sentían.