
A veces, lo que quieres no llegará por el camino que creías, pero la magia, si se usa bien puede decirte cuál es el camino correcto. No era la primera vez que metía la pata, ni la última. Pero esta vez no había una criatura sobrenatural que cazar, ni un apocalipsis que evitar. No. Esta vez... fui yo. Solo yo, mi torpeza y un hechizo que, en teoría, era inocente. Un entrenamiento, un ejercicio de concentración, una práctica simple. Y de pronto, Derek Hale me miraba como si yo colgara la luna. Como si el sarcasmo, el caos, y el miedo constante a decepcionar fueran encantadores. Como si... me amara. Y durante días, me dejé llevar. Me reí de sus bromas torpes, me dejé envolver por su atención inesperada, me aferré a cada mirada como si fuera real. Porque parte de mí, la parte que aún soñaba despierto con cosas imposibles, quería creer que era verdad. Pero no lo era. No podía serlo. Eso pensé... hasta que Deaton volvió. Hasta que me dio la solucion para deshacer el hechizo. Y ahora estoy aquí, con el corazón latiendo más fuerte que nunca, preguntándome si debería deshacerlo todo... ...o simplemente dejarme amar.All Rights Reserved
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