Cuando una extraña maldición empezó a azotar la Ciudadela Adamant, dejando a decenas de Shadowhunters y mundanos en un sueño profundo e irrompible, Isabelle Lightwood sabía que algo más grande que demonios o magia menor estaba en juego.
Buscó respuestas en manuscritos prohibidos y artefactos antiguos, pero nada explicaba la creciente ruptura entre el mundo de los Nephilim y algo más profundo... hasta que Magnus Bane le dijo cuál era la causa.
El brujo le habló de Sueño, también llamado Morfeo. Y de su caída. Isabelle no lo creyó al principio: ¿cómo podía un dios ser atrapado? Pero con cada día que pasaba, el equilibrio de ambos mundos se deterioraba. Las pesadillas comenzaban a sangrar en la vigilia.
Ahora, Isabelle debe liderar una misión para encontrar al Rey de los Sueños y liberarlo antes de que todo colapse. Pero en sus noches sin descanso, comienza a escuchar su voz, llamándola desde la oscuridad, como si sus sueños fueran el camino directo a él.
Isabelle siempre creyó que nada podía quebrarla. Hasta que soñó con Morfeo.