Donde nadie mira

Carla tiene la sonrisa perfecta, la ropa adecuada y la vida que cualquiera envidiaría.
Estudia en una prestigiosa universidad de Londres, siempre pasa desapercibida entre la multitud y su Instagram dice todo lo contrario: cafés bonitos, libros abiertos y miradas felices. Pero nadie sabe que detrás de su apariencia impecable se esconde un vacío que crece en silencio.
Nadie ve las cicatrices.
Nadie pregunta lo que hay detrás de su sonrisa.
Y ella ha aprendido a no mostrarlo.

Hasta que aparece él.

Hugo, rubio, carismático, jugador de rugby, pijo y torpemente encantador, vive con una ligereza que a Carla le resulta incomprensible. Su energía desarma. Su risa contagia. Y, lo más inquietante, su mirada parece atravesar todas las capas que ella ha construido durante años.

Pero esto no es un amor a primera vista.
Ni una historia de redención instantánea.
Es un encuentro lento, tierno, torpe, entre dos mundos que nunca pensaron cruzarse.

Porque a veces, lo más difícil no es que alguien te vea...
sino permitirte ser vista.