Primero fue el amor. Después, la guerra. Pero nunca hubo paz.
Aemond Targaryen, un alfa marcado por la guerra, lleva ocho años gobernando con rectitud... y culpa.
Su matrimonio con el príncipe Joffrey Velaryon -un omega, heredero de un linaje roto- no fue más que un reflejo de supervivencia, sacrificio... y deber. Pero nunca de amor.
El rey Aemond y su consorte Joffrey han reinado cinco años con respeto... y una fría distancia. Y juntos, lograron algo imposible: mantener unido a un reino roto.
Hoy, los Siete Reinos aman a su rey consorte...
y aclaman al heredero adoptado, Aegon -un joven alfa- que solo muestra su verdadero rostro frente al único hombre que nunca podrá tener: Cregan Stark, un omega que desafía cada una de las reglas impuestas por la corona.
Todo parece en equilibrio, las heridas del pasado parecen cerradas, y con el tiempo pasado incluso el deber puede sembrar raíces más profundas que el amor.
Pero el deber tiene un precio, y el cuerpo no olvida lo que el alma niega.
Ambos cargan con nombres manchados de sangre, recuerdos imposibles de enterrar y un trono que nunca deja de exigir.
En un reino que espera obediencia y control, ¿qué lugar queda para los sentimientos?
¿Y qué ocurre cuando el fantasma que siempre ha estado entre ellos regresa de entre los muertos con un rostro del pasado y reclama lo que cree suyo?
Aemond y Joffrey deberán de responder la pregunta más difícil de todas:
¿Qué pesa más: el amor perdido, el amor que nació del dolor... o el deber que aún exige sacrificios?
Entre vínculos prohibidos, pasión ardiente y cenizas de lo que fue...
los hijos del dragón volverán a arder con todo lo que construyeron.
Y esta vez, no todos saldrán vivos del fuego.
Una chica rusa aparece en Hawkins sin poder hablar... y sin explicación alguna para la extraña conexión que comparte con Will Byers.
Dice llamarse Anya. Dice haber escapado de un laboratorio.
Pero lo que nadie sabe es que todo lo que Will siente, ella también lo vive... y que algo del Upside Down la sigue como una sombra silenciosa.