Annie Roux tiene 19 años, un corazón lleno de libros y un sueño que nunca se ha atrevido a decir en voz alta: convertirse en escritora. Para todos, es la chica dulce, la nieta ideal, la que sonríe y lee novelas de romance bajo una manta. Pero por dentro, arrastra dudas, miedos y una necesidad urgente de encontrar algo... o a alguien que le haga sentir que no está sola en el mundo que imagina.
Cuando regresa a Saint Loraine -el pueblo donde pasaba los veranos de su infancia- espera reencontrarse con el silencio del campo, el olor a lavanda, y el amor incondicional de su abuela. Lo que no espera es reencontrarse con él.
Mike Carper, el chico que no sonríe. El que trabaja en la librería con las manos manchadas de tinta y el alma cubierta de secretos. El que la recuerda... aunque ella no tenga ni idea de quién es él.
Y lo más peligroso: el que nunca dejó de esperarla.
Entre lagos que guardan recuerdos, libros que se abren como heridas, y palabras que nadie se atreve a decir, Annie descubrirá que algunas historias no necesitan ser escritas para sentirse verdaderas.
Y que hay veranos que cambian todo... aunque uno no lo vea venir.
Vivian creía que su vida estaba destinada a la tristeza y el miedo... hasta que los Vatroslav la encontraron. Cuatro hermanos, poderosos, letales y hermosamente imposibles, entran en su mundo, dispuesto a protegerla, poseerla y cambiar su destino para siempre.
Entre secretos de mafia, pasiones prohibidas y un amor que desafía todas las reglas, Vivian descubrirá que el corazón no entiende de límites... y que a veces, el peligro más mortal es también el más irresistible.