Deprimida y solitaria, Ichika Nakano intenta buscar la felicidad de algún punto de su vida, de algún rincón, y solamente puede recordar en su adolescencia cuando disfrutaba como nunca esos encuentros con pasados que no volverían.
Bueno, eso creía ella hasta esa noche.
Después de tanto tiempo apoyando a sus hermanas menores en todo, tanto en sus sueños como en sus pasiones, incentivandolas y estando detrás de ellas, en algún momento debería darse un... Gusto. ¿No?
Un deseo egoísta de su corazón latente que ruega por el calor de lo que la fría soledad no le entrega.
¿Para qué tener tantos premios si al final, no vas a tener con quién compartirlos?
[Historia extremadamente corta y con un final bastante mierda, leer a su propia discreción.]
Jimin y Jungkook lo tenían todo.
Amor, hogar y tres hijos que eran su mundo.
Pero un día, sin darse cuenta, ese mundo empezó a girar sin Jimin.
Entre risas ajenas y silencios rotos, el amor perfecto comenzó a doler... y Jimin empezó a preguntarse en qué momento dejó de ser parte de su propia familia.