Isagi siempre fue "el chico listo" de su grupo, pero nunca "el mejor". Sus amigos parecen destacar en todo: mejores notas, más talento, más confianza. Cuando por fin reúne el valor para postularse a la universidad de sus sueños, Oxford, recibe la respuesta que temía: rechazado.
Decírselo a sus padres resulta peor de lo que imaginaba. Ambos, incapaces de llevar una conversación sin discutir, convierten la noticia en una excusa más para gritarse. Isagi, sintiéndose invisible y agotado de la tensión constante, termina explotando. Entre lágrimas y rabia, sale corriendo de casa sin rumbo.
Su carrera termina en un parque vacío, iluminado solo por unas farolas. Y ahí se encuentra con alguien quien nunca creyó conocer, Rin Itoshi. Donde comienzan a hablar.