Mar Serracanta Roca, tiene 22 años, es apasionada del fútbol y ha luchado por ganarse un lugar en la liga, pero también carga con un rencor profundo: creció sin su padre, y culpa de eso a la mujer con la que él rehizo su vida... y al hijo que tuvo con ella. Sabe perfectamente quién es, uno de los mejores jugadores de la Kings League, Mar no está dispuesta a perdonar tan fácil. No cuando su apellido es el mismo que el suyo.
Luca Serracanta Duarte, de 23 años, es uno de los mejores jugadores de la liga. Conocido por su visión de juego, técnica y personalidad, ha logrado destacar jugando para XBuyer Team. Sin embargo, hay algo que no logra entender: por qué esa jugadora catalana lo ignora, lo evita y lo trata con desdén desde el primer día. Cuando ambos son fichados por el mismo equipo, PIO FC, Luca ve una oportunidad para acercarse y descubrir qué hay detrás de ese rechazo.
Lo que ninguno esperaba era que entre miradas tensas, roces inevitables y secretos familiares, terminarían sintiendo algo que jamás imaginaron: amor.
El problema es que ese amor... no debería existir
Ella entró al Heraldo Negro convencida de que el club era su escenario personal: tacones que exigían ovación, perfume que anunciaba su llegada y esa seguridad absoluta de quien cree que todos giran a su alrededor.
T/N no tenía cargo, ni apellido Drakov, ni una sola bala a su nombre...
Pero durante tres meses se comportó como si Lucian le hubiera cedido el maldito trono por escrito.
Y él la dejó.
La dejó interrumpir tratos de millones, cambiar rutas de cargamento porque "tenía antojo de París" y bailar sobre mesas. La dejó brillar, exagerar, hacer de cada noche un drama distinto.
La dejó creerse la protagonista absoluta.
Hasta que Alexei, algo más que solo un barman, decidió que el show había durado demasiado.
No levantó la voz.
No la expuso.
No hizo escándalo.
Solo le quitó el privilegio que más disfrutaba: la atención.
Y en lugares como el Heraldo Negro, cuando Lucian mira a otro lado... el trono imaginario desaparece solo.
Esta no es la historia de una reina caída.
Es la historia de quien vio cómo se desinflaba la fantasía desde detrás de la barra... y no movió un dedo para detenerlo.