Las horas en que no fuimos eternos

Suzanne Brunett dejo Inglaterra persiguiendo un sueño: estudiar en una de las mejores universidades en Nueva York (NYU) y abrirse camino en el mundo editorial. Lo que no esperaba era que una simple pasantía en la revista Focus Magazine la llevaría a un puesto fijo... y a una de las etapas más oscuras de su vida.
Tras un error administrativo por parte de su exjefa, Suzanne queda bajo la dirección del nuevo director ejecutivo de la revista, Bradley Robinson: un jefe con poder. Privilegio y una necesidad incontrolable de control. Lo que al principio parecía una oportunidad profesional se transforme en un infierno silencioso. Bradley no necesita gritar para destruirla: le basta con desgastar su tiempo, confianza y borrar cualquier rastro de la Suzanne que alguna vez creyó en sí misma.
Mientras lidia con el estrés laboral, el dolor emocional y el luto por una historia de amor que no logro sobrevivir. Suzanne intenta encontrar refugio en su apartamento compartido con sus mejores amigos: Benjamín, Beatriz y Gael.
Pero ni siquiera el calor del hogar puede protegerla de lo que enfrenta fuera de él.
Entre cafés nocturnos, madrugadas en silencio y decisiones que nadie debería tomar tan joven, Suzanne comienza a entender que hay despedidas que no se dicen, solo se sobreviven.
Y que a veces, las horas más largas... son aquellas en las que dejamos de ser eternos.