Isa siempre ha sentido que algo le falta.
Aunque tiene una madre amorosa, amigas que la acompañan y un futuro prometedor tras su último año de secundaria, hay una presencia constante que la acompaña en silencio... una voz. Una voz que solo ella escucha, que susurra desde sus sueños, desde rincones que no logra entender.
Cada año, el día de su cumpleaños, Isa visita dos tumbas: la de su padre, a quien jamás conoció, y la de su hermana gemela, a quien nunca pudo abrazar. Aun así, a veces siente que no está tan sola como le dijeron.
Cuando un suceso inesperado comienza a despertar memorias que no son suyas, Isa se ve arrastrada hacia una verdad que dormía bajo capas de mentiras.
¿Y si la voz que escucha no fuera solo un sueño?
¿Y si su historia apenas estuviera comenzando?
Una novela conmovedora y misteriosa sobre el amor entre hermanas, los secretos que nos forman y el eco de lo que nunca se dijo.
Él era el límite.
Ella, la excepción.
Y fingir fue su forma de cae
La vida amorosa de Gia se vino abajo. Descubrió a su novio con su mejor amiga y, para colmo, debe verlos juntos cada día en su último año escolar. Decidida a no mostrar la grieta, toma una decisión tan rápida como peligrosa. Besar a Ryker, el mejor amigo de su hermano.
Desde entonces, ambos fingen una relación. Lo curioso es que Ryker nunca fue de abrirse con nadie; reservado, serio, distante. Con Gia, en cambio, siempre hubo una excepción. Lo que empezó como un escudo contra la humillación pronto deja de ser un simple juego. Porque fingir resulta fácil... hasta que las emociones se vuelven demasiado reales.