Definitivamente trabajar para la CIA nunca fue fácil para Charlie, aunque le gustaba la rutina de un trabajo seguro, los secretos que siempre se guardaban eran suficientes para volverlo loco.
¿Cómo era posible que todos estuvieran tan calmados? Siempre respondían de la misma forma, porque la gente se volvería loca como él su supiera lo que realmente sucede.
No fue sorpresa para Charlie cuando se enteró de aquel experimento fallido, el cual los dejó a la orilla de una catástrofe, pero si fue una sorpresa que su hermano mayor, Shane, viniera a por él, dado la distancia que tenían entre ellos.
En el medio de todo este caos que se arrinconaba como un virus, Charlie encontró el amor donde menos lo esperaba, Daryl Dixon, lento, pero seguro.