Rusia. Invierno. El reloj marca las 00:00.
Matzhiel Anderson tiene veinte años y una historia que se niega a ser contada. Pelinegra, desafiante, demasiado alta para pasar desapercibida, demasiado rota para ser comprendida.
La traen esposada al Instituto Psiquiátrico de Moscú tras una serie de episodios violentos que nadie logra explicar. Hafefobia, trastorno disociativo de identidad, rasgos narcisistas, y un historial clínico sellado como si el pasado quemara.
La doctora Ihara Kuznetsova, psiquiatra de renombre nacional, es asignada a su caso. Rubia, meticulosa, distante. Cree que puede manejar a cualquier paciente... hasta que la conoce a ella.
Pero Matzhiel no es solo un diagnóstico. Es una incógnita envuelta en sarcasmo, una provocadora profesional que desafía cada límite. Excepto cuando llega la medianoche. A esa hora, algo cambia en sus ojos, en su voz. Y nadie ha podido presenciarlo dos veces sin terminar herido. Nadie... aún.
Dos cicatrices recorren su espalda como un grito mudo. Ihara tendrá que desenterrar secretos sellados con sangre y silencio, enfrentarse a las personalidades que conviven dentro de Matzhiel y a sus propios límites éticos cuando la atracción comience a volverse irrefrenable.
Porque el deseo no siempre es cuerdo.
Porque a veces, lo que te salva... también puede destruirte.
¿Tendrá un final feliz? ¿O sera otra trágica historia archivada?
Su gemela va a ella en busca de consuelo, encontró a su novia pleno engaño. Una vez más ellas van a cambiar de lugar, así la otra se puede vengar.
Pero que pasa cuando no todo es lo que parece y quizás la villana, solo es la víctima de una historia mal contada.
Atrapada en un contrato de matrimonio, a punto de casarse con la "villana" en el lugar que debería estar su hermana.
¿Qué otras sorpresas le escondió su gemela?