Berta se marcha a Londres a los diecinueve años huyendo de la tiranía del hogar que la vio crecer. Durante los tres lustros que vive en la capital británica no recibe noticias de su familia y consigue reinventarse: es una mujer nueva, una empresaria de éxito hecha a sí misma. Pero a los treinta y cuatro años se ve obligada a volver a Madrid; su madre ha muerto y debe hacerse cargo de los bienes e inmuebles que ha dejado. Regresar a lo que ella llama la casa de los horrores y encontrar unas cartas sin abrir llegadas desde Washington durante doce años, hace que se replantee de nuevo su pasado y decida no regresar hasta recomponer el pasado de su extraña familia. Mi querida extraña es una historia que se sustenta en dos pilares fundamentales: un amor platónico y la investigación de dos desaparecidos en la familia de la protagonista, dos tramas que poco a poco se entrelazarán para dar sentido la una a la otra.