En un cruce imposible entre universos, Sebastian Purifier, antaño un general de la Coalición Planetaria, desaparece veinte años solo para reaparecer en el brutal universo de Warhammer 40,000. Allí, se gana el respeto del Emperador de la Humanidad y de sus dieciocho hijas primarcas, evitando la Herejía y forjando la Legión Obsidiana como su 19.º primarca.
Junto a ellas, combate contra las más temibles razas xenos -Tiranidos, Eldar, Tau, Necrones- y sobrevive a la herida mortal infligida por el Rey Silente, resurgiendo mejorado por el Imperio y el Mechanicus. Su poder crece hasta desafiar incluso a los Dioses del Caos y sus legiones demoníacas, en una cruzada que rebasa las fronteras del tiempo y el espacio.
Mientras tanto, en su universo natal, los antiguos aliados y rivales observan incrédulos transmisiones de sus gestas, descubriendo que Sebastian está casado con todas las primarcas y que ahora lucha, junto a su "padre" y esposas, en una última cruzada multiversal. Lo que empieza como una historia de guerra se convierte en un mito viviente: la crónica de un hombre que dejó de ser soldado para convertirse en leyenda que ni el multiverso puede medir.
No sabe cómo ni porqué.
Pero tras derrotar a Shigaraki y a All For One, Izuku despertó en su ciudad natal...
Pero rápidamente notaría un detalle muy importante.
Todo estaba muy colorido, alegre y en perfecto estado como si la guerra nunca hubiese ocurrido.
Confundido, preocupado y en alerta, Izuku investigará más a fondo finalmente darse cuenta de algo muy importante.
Este no era su mundo.
¿Una ilusión? ¿Está muerto? ¿Universo paralelo?
Confundido y desorientado, Izuku deberá arreglárselas para sobrevivir y descubrir que estaba sucediendo.
Y sobretodo...
Que todo NO es como lo recordaba.