Este no es un libro para cualquiera. No es una historia con un inicio feliz, un clímax heroico y un final perfecto. Es un recorrido de más de diez años por la mente de alguien que aprendió a escribir para no explotar, para no rendirse, para no morir. Entre poemas, anécdotas, confesiones y contradicciones, aquí encontrarás todo: el amor que salva y destruye, la rabia que arde en silencio, la desesperación que se esconde detrás de una sonrisa.
Es una montaña rusa emocional donde la madurez y la ingenuidad conviven, donde un niño de once años, un adolescente perdido y un adulto cansado comparten la misma piel. No hay filtros, no hay disfraces, no hay palabras bonitas para suavizar lo que duele. Es una carta abierta a quienes saben que la vida no siempre se vive, a veces solo se sobrevive.
Si buscas respuestas, tal vez no las encuentres aquí. Pero si buscas verdad, aunque duela, es probable que en estas páginas veas pedazos de ti.