Fantastic Falls 4. Tierra 50.
Después de los eventos del Raromagedón y el regreso a California, para Mason/Dipper Pines todo se volvió una mierda. Su melliza Mabel, como siempre, destacaba y cada vez se hacía más famosa contando las aventuras del verano, mientras a él lo dejaban como un perdedor, un estorbo. Incluso en casa, sus propios padres empezaban a dejarlo de lado por ella.
Viendo todo eso... y sabiendo que en Gravity Falls sería lo mismo cuando volvieran el siguiente verano, una noche decidió marcharse de casa. Usando su ingenio y lo que había aprendido, logró manipular registros en sistemas federales para cambiar su identidad a Reed Richards. Sin nadie que lo frenara, comenzó a aumentar sus conocimientos, poco a poco alcanzando, e incluso superando la inteligencia de Stanford.
En la universidad conoció a quienes marcarían su vida:
Ben Grimm, una mente brillante en camino de unirse a la NASA, que se volvió su mejor amigo.
Victor Von Doom, que estaba construyendo su propia empresa y se convirtió en su rival intelectual.
Johnny Storm, un amigo cercano que siempre conseguía hacerlo reír.
Franklin Storm, quien se convirtió en su mentor y lo llevó a la Fundación Baxter.
Y finalmente Susan Storm, con quien salió un tiempo. Sin embargo, su desapego, alimentado por el recuerdo de sus fracasos amorosos y la sombra constante de Mabel, hizo que la relación terminara... aunque en realidad nunca dejó de pensar en ella y siempre se culpó por cómo acabaron las cosas.
En 2012, inspirado por su mentor, Reed participó en una misión conjunta de la Fundación Baxter y Von Doom Industries. Junto a Susan, Ben, Johnny, Victor y Franklin viajaron al espacio para estudiar un fenómeno conocido como la nube cósmica. Pero un accidente inesperado lo cambió todo: Reed, Ben, Susan y Johnny adquirieron poderes extraordinarios.
En la cadena de eventos que siguió, más allá de convertirse en héroes, descubrieron algo aún más grande:
se habían convertido en una familia.
