Milenna es una chica de 16 años, con un pasado perfecto, una vida perfecta y con una familia que no cambiaría por nada en el mundo, pero solo es fuera de casa. Dentro de su casa, las marcas de sus muñecas no demuestran los mismo. Ella sabe lo que es una vida dura, con mentiras, dolor físico y psicológico y, sobre todo, sabe lo que es sentirse humillada delante de TODO (y cuando digo TODO es TODO) su instituto. Tanta mierda en su vida obliga a sus padres a mandarla a un centro de menores (por varias cosas que hizo a gente), donde volverá a llorar, pero también y principalmente, volverá a saber que es el amor.
Blake, 17 años, moreno, ojos marrones, alto, un playboy y un asesino. Pero, ¿tendrá su razón?
Todo cambió ese 7 de marzo, cuando él tenía 15 años y su pequeña hermanita 7.
Lo malo es cuando hay terceras personas interfiriendo en el amor, y cuando eso pasa, empiezan las peleas, los gritos y los llantos.
Cinco chicos, castigados y obligados a pasar sábados enteros durante un mes por diferentes razones. Lo que no sabrán es que, cada persona tiene unas características que los define y harán lo posible para ceñirse a lo que son, lo que no esperan es que sus vidas vayan a cambiar tanto al conocerse.
Pero lo que no saben aun es que, llevar una vida en el instituto no significa que la lleves para siempre. No tienen experiencia en el amor, ni saben compaginar cosas, jugar con las drogas y sobretodo con ser infiel a alguien sin querer serlo. Tener un cóctel de hormonas no es nada fácil.
Y aquí es donde llegan los problemas, una infidelidad, una venganza y una ruptura. Esos pasos son los que nuestros queridos protagonistas dominaran a la perfección, siempre que se salgan con la suya claro.
Tras vivir aventuras y luchas contra si mismos, llegará el momento de ser adulto. ¿Habrán llegado a cumplir sus expectativas?
¿Preparado para entrar en este alocado mundo?¿Sabrán cada uno quien es de verdad?¿Llegarán a comer perdices?