Bajo el resplandor de los reflectores, Lee Minho parecía destinado a la gloria. Su belleza y talento prometían convertirlo en la próxima leyenda del K-Pop. Pero tras el telón, la realidad era un campo de batalla disfrazado de espectáculo: sonrisas que ocultan traiciones, aplausos que ahogan, y un sistema diseñado para destruir a quienes sueñan demasiado alto.
En una industria gobernada por jefes despiadados, acosada por fans obsesivos y marcada por el bullying y la indiferencia hacia la salud mental, Minho y los otros seis integrantes de Midnight Killers libran una guerra silenciosa para sobrevivir. Cada ensayo, cada presentación, es un sacrificio. Cada día, una prueba.
Mientras su líder, Ji Hoon, intenta protegerlo y arrastrarlo de vuelta a tierra firme, una conexión peligrosa y adictiva empieza a arder entre ambos… un vínculo que podría ser su única salvación o el arma que los destruya.
Pero Minho no nació para obedecer. Rebelde hasta la última fibra, está dispuesto a desafiar a la maquinaria que devora sueños y a encender una revolución desde dentro. Y si para derribar a los gigantes debe mancharse las manos… que así sea.
Porque en el escenario, cuando las luces se apagan, lo único que queda… es la verdad. Y Midnight Killers está listo para gritarla al mundo.
Él era el límite.
Ella, la excepción.
Y fingir fue su forma de cae
La vida amorosa de Gia se vino abajo. Descubrió a su novio con su mejor amiga y, para colmo, debe verlos juntos cada día en su último año escolar. Decidida a no mostrar la grieta, toma una decisión tan rápida como peligrosa. Besar a Ryker, el mejor amigo de su hermano.
Desde entonces, ambos fingen una relación. Lo curioso es que Ryker nunca fue de abrirse con nadie; reservado, serio, distante. Con Gia, en cambio, siempre hubo una excepción. Lo que empezó como un escudo contra la humillación pronto deja de ser un simple juego. Porque fingir resulta fácil... hasta que las emociones se vuelven demasiado reales.