Protección Letal [Bilogía Códigos De Sangre •1]

He estado viviendo una maldita mentira toda mi vida. ¿Lo peor? Que las personas a las que más amaba nunca tuvieron el valor de decirme la verdad, obligándome a descubrir por mí misma que mi nombre no es Aria Heredia, sino Nika Dragunov. La heredera de una dinastía erigida por dos familias que, desde hace más de tres décadas, controlan el crimen: la mía, los Dragunov, y la otra, los Volkov. Una organización fundada por mi abuelo, Ivan, y su mejor amigo, Mikhail, que unieron sus linajes mediante matrimonios arreglados, respetando el código de sangre.

¿Y mis padres? ¿Por qué se deshicieron de mí? ¿Acaso no era digna de un legado así? El pasado casi me alcanza, hasta que Lev Volkov intervino.

No soporto a ese idiota de metro noventa y ojos azules. Diablos, si está bueno, pero lo que más detesto es que me den órdenes como si el mundo les perteneciera. Solo quería que se largara. Y yo pensaba hacer lo mismo, hasta que sus palabras me hicieron reconsiderar.

Mi padre, había desaparecido, quizá secuestrado. Por eso, Anatoly envió a su hijo a cruzar medio continente para encontrarme. Lo recibí como toda una señorita: un perfecto Kimura-Nikyo, brazo torcido a su espalda, su arma a metros. ¿Qué esperaba al intentar meterme en su coche? Su cara de sorpresa fue digna de enmarcar, aunque pronto la cubrió con esa actitud de macho alfa. Spoiler: lo mandé a freír espárragos.

Con el tiempo, vi algo más: no estaba allí solo por deber, sino por decisión propia. Confiamos el uno en el otro. Las noches se llenaron de tensión; su mirada me recorría como si supiera que anhelaba su toque. No decía mucho, pero cuando lo hacía bastaba para acelerar mi respiración. Hasta que dejamos de resistirnos. No fue dulce; fue inevitable. Nos lanzamos al infierno sin mirar atrás, con deseo ardiendo y la certeza de que juntos podríamos quemarlo todo... incluso si eso nos destruye.