El verano siempre había sido el escenario de los recuerdos más luminosos de Conrad Fisher: tardes infinitas bajo el sol, el sonido del mar marcando cada instante, y la certeza de que algunas cosas nunca cambiarían. Pero con el tiempo, esa estación dejó de ser refugio para convertirse en recordatorio. La arena ya no guardaba huellas de risas compartidas, y las olas, antes cómplices, parecían ahora arrastrar lo poco que quedaba de él.
Había perdido demasiado en demasiado poco tiempo: a su madre, la raíz que mantenía unida a su familia; a Belly, la chica que había sido principio y final de tantas cosas; y con ella, la ilusión de un futuro en el que alguna vez creyó. El mundo seguía girando, los veranos llegaban igual, pero nada de eso conseguía devolverle la sensación de pertenencia
Y, sin embargo, en medio de esa soledad, estuvo Franchesca Shepard. hija de Meredith grey y derek shepard los mejores cirujanos del continente y su mejor amiga, su cómplice de locuras, la única capaz de arrancarle sonrisas cuando creía que ya no quedaban dentro de él. Con ella lo intentó, una vez, creyendo que podía dejar atrás el pasado, pero Conrad no estaba listo. Y en esa indecisión, fue Franchesca quien terminó lastimada.
Ahora, mientras todo parecía alterarse a su alrededor, comenzaba a entender lo que había perdido. No era solo a su amiga, era a la persona que le había mostrado lo que significaban la lealtad y el amor real. El problema era que Conrad Fisher nunca había sabido querer sin miedo a ser reemplazado y sin soltar a su antigüo amor aun, y esta vez iba a tener que luchar contra sí mismo para recuperala
Dejando atrás todo ese pasado turbulento y intentando salir de un triángulo amoroso, y no convertirse en toda una enredadera amorosa.
En el momento final antes de su destrucción, Wanda Maximoff -la Bruja Escarlata- es arrastrada hacia un vacío más allá del tiempo y la forma. Perdida en el abismo de su culpa, una luz misteriosa la toca... y la devuelve. No a su mundo, sino a otro. Uno donde la magia es distinta. Donde la redención podría tomar forma: el mundo de Harry Potter.
Cuando una figura luminosa -una cierva- le muestra los recuerdos de un niño abandonado y maltratado por sus parientes, Wanda comprende su nuevo propósito: proteger al hijo de Lily Potter. Aunque no sabe por qué fue elegida, acepta el trato. A cambio de una oportunidad de redención, cuidará del pequeño Harry.
Pero Wanda no es una bruja común. Y este mundo no está preparado para ella. Desde el primer momento en Privet Drive, los Dursley sentirán que algo ha cambiado.
Con poder, determinación y una compasión creciente, Wanda enfrentará un nuevo destino. Porque esta vez... nadie tocará al niño sin enfrentarse a ella.
Después de todo, ¿quién mejor para proteger al Niño Que Vivió... que la mismísima Bruja Escarlata?
Nota del autor/a: Esta historia está libremente inspirada en la premisa inicial de Strange Potter, una obra que admiro profundamente y que fue una chispa creativa para desarrollar este proyecto. Aunque la trama, el desarrollo de los personajes y los eventos son completamente originales y distintos, considero justo reconocer esa inspiración inicial.
Asimismo, se trata de un fanfic sin fines de lucro que fusiona elementos de los universos de Marvel y Harry Potter, cuyos derechos pertenecen a sus respectivos creadores y propietarios (Marvel/Disney y J.K. Rowling). Esta obra está hecha con respeto y con la intención de rendir homenaje a estos mundos que tantas personas hemos disfrutado.