La Sombra del Violín

Desperté al sonido de algunos disparos, intenté volver a dormirme, pero era inútil; el sueño se había ido. Sentí curiosidad, ¿a quien estaría acorralando papá esta vez? Probablemente había normalizado demasiado que papá se comportara como matón con las personas que le debían dinero. Odiaba que fuera así, pero era su trabajo. Pensaba que hacía mis aportes a la sociedad con mi trabajo, tratando de ignorar el ser humano que era él cuando no estaba siendo solamente mi padre.

Me levanté de la cama, y fui hacia el balcón trasero a ver qué pasaba.
Solo abrí la puerta y en cuestión de segundos, presencié cómo papá le disparaba a Javier a sangre fría, mi mejor amigo de la infancia. La bala fue directo a su abdomen y cayó. Mis piernas se tambalearon y grité su nombre. Me sostuve del balcón, totalmente impactada.

-¿Qué fue lo que hiciste? -grité.