Te invitó a explorar este cuento. Una experiencia de ser hijo de un soldado frío, riguroso, pero que a pesar de eso, esconde un corazón vulnerable.
"En una casa silenciosa bajo un cielo plomizo, un padre con uniforme militar se erige como un monolito de disciplina. Su rostro, imperturbable y severo, refleja un mundo de rigidez y control. frío e impecable. En su postura firme y su mirada recta se adivina la exigencia y la rectitud con la que moldea el carácter de su hijo, preparándolo para un mundo que él percibe como implacable. Cada paso en la nieve, cada orden silenciosa, es parte de un legado de disciplina férrea, un intento de forjar un corazón resistente en medio de la frialdad. moldea a su hijo a su semejanza, para que no dependa de la opinión de los demás. A los 6 años empezó a darle duras lecciones a su hijo, como si el también fuera un soldado. Ahora Mijail con 8 años está acostumbrado a esa disciplina que le da su padre"