Alice Evans siempre ha sido buena en dos cosas: coser con precisión y juzgar rápido a la gente. Perseverante, creativa y algo torpe socialmente, dejó atrás Londres para estudiar diseño de modas en España con una beca que prometía abrirle todas las puertas. Cuando consigue una pasantía con una diseñadora famosa, cree que su vida profesional por fin despega... hasta que se entera de que vivirá en la misma casa que su jefa. Y no sola. Porque también vive Adrián García: alto, guapo, descaradamente seguro de sí mismo... y el cliché andante de niño mimado que lo tiene todo gracias a sus papás. Evitarlo parece fácil, hasta que empieza a cruzárselo en cada pasillo, con esa sonrisa que es mitad burla, mitad tentación. Lo último que necesita es distraerse con él, y menos cuando un romance así sería un error... de esos que te tientan cada vez más.
Adrián García tiene un talento innato para conseguir lo que quiere... y ahora mismo, lo que quiere es fastidiar -y coquetear con- la nueva pasante de su madre. Creció entre pasarelas, backstage y viajes, pero nada le resulta tan entretenido como ver cómo Alice lo mira como si fuera el enemigo. No estaba en sus planes compartir techo con alguien que parece decidida a ignorarlo... aunque él esté aún más decidido a que no pueda. Entre pullas, miradas largas y una tensión que ninguno quiere admitir, vivir pared con pared se convierte en un juego peligroso. Porque lo que empezó como una guerra fría podría terminar siendo la chispa que encienda todo.