Álvaro llevaba meses sintiendo que algo en su relación con Amelia ya no era igual, las discusiones se volvían más frecuentes, los silencios más largos y las miradas menos sinceras, ella, que antes era refugio y ternura, comenzó a mostrar actitudes frías y distantes
En medio de esa confusión, el único que parecía comprenderlo era Bruno, su mejor amigo de toda la vida. Habían compartido risas, secretos y cicatrices desde la adolescencia, pero ahora Bruno se convertía en algo más: su apoyo constante, la voz que lo levantaba cuando todo lo demás parecía desmoronarse.
Álvaro nunca lo había visto de esa manera, pero con cada gesto de cuidado, con cada palabra que lo hacía sentir menos solo, algo nuevo y desconocido empezaba a nacer en él. Entre la tormenta que Amelia había desatado, Bruno se transformaba en un faro que lo hacía cuestionar sus propios sentimientos, y preguntarse si lo que siempre había buscado no estaba, en realidad, frente a él desde el principio.
Si todos supieran que la verdadera razón por la que Mike wheeler pasaba tiempo en la casa hopper no era por Jane sino por Will, el hermano menor de Jane