Amanecer sin tus ojos || Vkook

En la ciudad de Seúl, la vida de Jeon Jungkook, un joven artista de corazón noble, era un lienzo pintado con los colores de la sencillez. Un chico de clase media que, con dedicación y trabajo, había construido su propio mundo. Trabajaba en una cafetería, estudiaba y soñaba con ser un pintor reconocido.

​Su vida se cruzó con la de Kim Taehyung, un joven apuesto y celoso, heredero de una fortuna familiar y un prodigio del violín. Su encuentro en una librería en 2018 no fue una casualidad, sino el inicio de un cuento de hadas. Se hicieron amigos, confidentes y poco a poco, la amistad se convirtió en un amor tan puro y profundo que se volvieron la pareja más envidiada de la universidad.

​Taehyung le prometió el mundo a Jungkook, y aunque él no lo quiso, le entregó su corazón. Vivieron en un penthouse de lujo, en una burbuja de amor y felicidad que parecía inquebrantable.

​Pero los cuentos de hadas no duran para siempre.
​Cuando Taehyung se graduó y su carrera como violinista profesional despegó, el mundo exterior se interpuso. Su agenda se llenó de conciertos, ensayos y giras, dejando a Jungkook solo, consumido por la ansiedad y la soledad. Su cuerpo, frágil y agotado, empezó a dar señales de un dolor que no era solo del alma.

​Lo que Jungkook se guardó como un secreto para proteger la carrera de Taehyung, fue una traición a su propia vida. El diagnóstico de un cáncer gástrico avanzado fue el golpe de gracia.

Mientras Taehyung alcanzaba la cima de su éxito, Jungkook se marchitaba en silencio, luchando una batalla que solo él conocía. Los síntomas se volvieron una pesadilla: mareos, vómitos, y finalmente, sangre.

​Su amor fue una obra de arte, una que se desvaneció con cada día que pasaba. Jungkook se fue en la misma fecha que prometieron amarse para siempre, un 21 de agosto. Un destino cruel que unió su final con el inicio de su amor.