El Protector de mis Recuerdos
Soñaba con la música como quien respira sin pensarlo: necesaria, infinita, vital. Cada acorde lo habitaba, cada silencio lo desnudaba. Fue inocente en sus pasiones, pero no siempre sabio en sus decisiones.
Amigo de todos, guardián de secretos, cómplice de risas y hombro en las tormentas. Sin embargo, allí donde la vida le pedía ser el mejor, no siempre supo estar.
Ésta no es solo su historia, es un canto a la memoria: al hombre que vivió entre melodías y errores, entre abrazos y ausencias. Al que, sin proponérselo, se volvió eterno en quienes lo amaron.
Porque al final, lo que somos no muere: se convierte en canción, en eco, en recuerdo. Y él... él fue, y seguirá siendo, el protector de todos esos recuerdos.