En Beacon Hills, el tiempo parece detenerse para quienes llevan heridas que ni el olvido puede sanar.
Aria sabe demasiado bien lo que es vivir atrapada entre sombras que se niegan a desaparecer, entre recuerdos que queman y silencios que gritan más fuerte que cualquier palabra. Su vida se ha convertido en un equilibrio frágil entre la esperanza y el dolor, entre la familia que quedó fragmentada y la amenaza invisible que acecha en cada esquina.
Cuando la realidad se mezcla con lo inexplicable, cuando el calor de la sangre y el frío del misterio se entrelazan, solo queda una verdad: nadie está realmente solo... Aunque a veces duela estar acompañado.