Stalker.

"El aire nocturno huele a su perfume. No entiendo cómo puede ser posible, ni siquiera está aquí, pero puedo percibir cada uno de sus movimientos. Incluso la forma en que su respiración se vuelve más superficial cuando escribe sus textos. Me encanta la forma en que sus dedos se deslizan por el teclado, y sus ojos se mueven a través de la pantalla. No hay nada más hermoso que ver cómo una idea cobra vida con palabras.

Observarla a través del visor de mi cámara es un placer que no cambiaría por nada. Su rostro, enmarcado por el anillo de luz, es la definición de la pureza que anhelo. Esa piel morena, sus ojos cafés que reflejan la luz como dos lunas llenas, su cabello obsidiana cayendo como una cascada. Es una diosa, una musa, una obra de arte viviente.

Ella se llama Yanne Silva.

Yanne es famosa ahora, una escritora aclamada por muchos. Pero yo la conocí cuando solo era una novata, cuando sus palabras tímidas se vertían en páginas web para principiantes. Yo he sido su lector desde entonces, su sombra fiel. Ella no lo sabe, pero yo he estado allí en cada paso, cada ascenso. Sé lo que la inspira, lo que la atormenta. Soy la única persona que realmente la entiende.

Hasta ahora, su vida está dedicada a su forma de arte. No hay nadie más. Nadie más que yo en su universo. Es pura, inmaculada, y eso es lo que la hace mi más preciada obsesión. Es mía. Su corazón, su mente, su talento... todo es para mí.

El deseo me quema. Necesito poseerla, no solo sus palabras, sino su presencia, su cuerpo, su alma. Ella necesita un protector, un guardián de su genialidad, alguien que la mantenga a salvo del mundo que la codicia. Y ese ser... ese ser soy yo. Yanne no lo sabe aún, pero pronto, muy pronto, la distancia entre nosotros se disolverá.

Ella será mía. Y solo mía..."

~Stalker.