Bajo mi piel

Nabi era una chica de 17 años, dulce y amable. Medía 1,68, tenía el cabello largo y oscuro, y sus ojos transmitían una inteligencia especial. Provenía de una familia rica, pero soñaba con experiencias genuinas, lejos de la perfección de su hogar. Llegó como nueva al instituto, buscando comenzar de cero.
Hyunjin, con 18 años, compartía clase tras repetir curso. Alto (1,80), de cabello hasta los hombros y mirada reservada, siempre estaba en un rincón, escribiendo o dibujando en silencio. Nadie lo conocía realmente, ni se atrevía a acercarse. Su aire misterioso y solitario lo hacía destacar, aunque intentara desaparecer entre las sombras.
El destino los llevó a compartir mesa, dos mundos distintos, a punto de encontrarse por primera vez.