Ethan Elizalde, un chico de diecinueve años, sensible y soñador, nunca ha tenido un novio, ni un primer beso. Entre libros de literatura y arreboles que pinta el cielo, fantasea con un amor que parece siempre distante, mientras intenta mantener la beca que lo sostiene en la universidad. Su vida transcurre tranquila, acompañado de Sofía, su mejor amiga y vecina de toda la vida, hasta que un accidente en las escaleras del campus cambia todo.
Aidan Afterglow, el chico nuevo y popular, de veintidós años, es todo lo contrario a Ethan: jugador de rugby, de familia adinerada, seguro de sí mismo y con una sonrisa capaz de desarmar multitudes. Un Afterglow, acostumbrado a brillar, pero con secretos y crepúsculos. Ethan nunca imaginó que él, con su mundo tan distinto, pudiera detenerse a mirarlo.
Entre encuentros fortuitos, diálogos inesperados, y cielos pintados de arreboles, nacerá una conexión que pondrá a prueba las diferencias de clase, los riesgos, miedos, que desaten las consecuencias de encontrar penumbras en luego del arrebol.
Porque a veces, los colores del atardecer no solo anuncian el fin del día... sino también el inicio de una historia capaz de cambiarlo todo.
Margot Fontaine tenía una carrera brillante como pianista en la elegante Londres. Un futuro armonioso junto a su perfecto prometido. Una vida construida entre lujos, conciertos y sonrisas fingidas.
A ojos del mundo, lo tenía todo.
Todo lo que -según ellos- una mujer debía desear.
Pero Margot vivía en un mundo de hombres. Uno donde el poder se heredaba por sangre... siempre y cuando esa sangre no corriera por venas femeninas.
Aunque era la única hija del líder de la organización criminal más temida de Francia, su destino estaba sellado: obedecer, callar y sonreír.
Y lo hacía. Hasta que lo conoció a él.
No era solo el socio de su novio. Era el caos hecho carne.
Un hombre envuelto en sombras, ambiciones peligrosas y una libertad que olía a pecado.
Todo lo que Margot deseaba. Todo lo que se suponía debía temer.
¿Y si en lugar de huir de él, lo dejaba entrar? ¿Qué ocurriría si ese amante prohibido se convirtiera en su aliado? ¿Si juntos intentaran derribar al mismísimo rey... su padre?
Hay cadenas que se heredan. Cadenas invisibles que oprimen, marcan y deforman. Pero no todas están hechas para ser arrastradas.
¿Será Margot capaz de romper las suyas... o terminará encadenada a una vida que no eligió, solo para no despertar al caos que amenaza con devorarla?