
Jaemin carga cicatrices que no sanan: un pasado marcado por la injusticia lo persigue, y busca al responsable que sigue libre. Tras las rejas, la venganza parece imposible... hasta que encuentra un aliado inesperado: Lee Jeno, el implacable jefe de seguridad, cuyo control absoluto despierta deseo y peligro. Entre secretos, corrupción y pasiones prohibidas, cada mirada es un desafío, cada decisión un arma. En este juego de poder y seducción, nadie sale ileso: las cicatrices no se borran, se convierten en fuego eterno.All Rights Reserved